Le damos la bienvenida a Terapia-floral-Madreselva

La Luna es la guardiana de nuestras memorias.  Memorias que se recuperan tras los contactos de la Luna y sus respectivas fases. Recuerdos atesorables, recuerdos ancestrales fuentes de alimentación. La Luna refleja lo que llevamos en el Alma y esto se expresa a través de las emociones y estados anímicos.

Teniendo en cuenta únicamente los elementos, las lunas de fuego son más activas y positivas, las de agua más pasivas y sensibles, las de tierra más concretas y prácticas y las de aire más mentales y racionales. Los excesos, la escasez, una combinación explosiva de elementos pueden ser equilibrada con una terapia floral.

Las emociones se repolarizan y equilibran con terapia floral. Cada vez que ponemos en palabras emociones o sensaciones le estamos dando lugar al Alma para que se exprese. Para cada emoción hay una flor o una combinación de flores.

Cada signo del zodíaco encuentra su equilibrio cuando integra al signo que tiene enfrente., es decir, Aries-Leo. Tauro-Escorpio. Géminis-sagitario. cáncer-Capricornio. Acuario-Leo. Piscis-Virgo. La terapia floral facilita la repolarización de las emociones conduciéndonos hacia ese equilibrio natural de todas las fuerzas que el zodíaco expresa, de este modo podemos funcionar desde nuestro eje y en foco. El foco está asociado al sexto chackra (el sexto sentido) en el entrecejo. Ese foco solo funciona eficazmente si está alineado con la energía del cuarto chackra en el medio del pecho y el primer chackra en la base de la columna. El foco ha de ser nítido y la nitidez deviene de esa armonía entre estos tres chackras. Cuando la visión, el corazón y la voluntad están alineadas nos volvemos invencibles. El pensar, el sentir y el hacer son una unidad armónica, cualquier disonancia es corregida con la terapia floral y, por supuesto, con nuestros astromapas en mano caminamos seguros hacia nuestras metas por un camino iluminado por el Sol.